Nota del autor: me propuse escribir los primeros domingos de mes breves piezas de ficción; el propósito sigue vivo. La ventaja del español, nuestro hecho fundamental, es vivir en un mundo que ya tiene algo de dramático, trágico y satírico, cimiento y forja de un carácter nacional que ata a Cela con Valle Inclán, a Quevedo con Cuerda. Sin ser yo nada de eso, les ofrezco hoy esta minúscula sátira hispana inspirada en hechos reales, aunque no por ello verosímiles.
Se despertaron algo angustiados los linotipistas de El País. Habían pasado la noche montando una nueva máquina llegada especialmente desde Japón capaz de componer textos con las más minúsculas letras, creando un efecto similar al que hubiesen dejado unas hormigas que despreocupadamente se hubieran paseado sobre las páginas del único diario objetivo y veraz de España tras haber metido sus diminutos pies en el tintero, un encargo especial, orden directa de doña Pepa Bueno, para redactar las noticias dedicadas a cubrir los casos de corrupción de la presidencial familia y poder así encajarlos entre las esquelas, los anuncios clasificados o las cartas al director, pues sus sensibles e ilustrados lectores no debían ser molestados con esas infames noticias. Desde primera hora colapsaban los accesos a Madrid carros y carretas, calesas y tractores, furgonetas y triciclos rodando desde los confines de la democracia española hacia la plaza de Castilla. El pueblo quería estar junto a la persona con la que el líder había decidido pasar sus días en una fecha tan señalada, injustamente acusada por golpistas togados, heteropatriarcas irredentos incapaces de comprender que una mujer puede tener una vida laboral exitosa, incluso siendo la consorte del gran líder del progreso global. A pesar de conocer la resiliencia y el empoderamiento del matrimonio Sánchez Gómez, querían ofrecerles su calor con su presencia ante la puerta de los juzgados. No solo la ciudadanía se agolpaba ante tamaña ignominia, también el cuarto poder, honrando su tarea fiscalizadora, se personó allí. Confirmó el ilustre Maestre que en casa del juez peinado se habían encontrado al menos dos obras publicadas por Pérez Reverte, señal inequívoca de su pertenencia a la fachosfera, condición incapacitante para el ejercicio de la magistratura. Asentía junto a él Nacho Escolar, afirmando con rotundidad que no se puede encausar a nadie usando recortes de prensa, y mucho menos podía hacerlo un juez con doble DNI. Al fondo, como un eco de ultratumba, se oyó clamar a Angelica Rubio: FANGO FANGO FANGO. Un grito repetido por la multitud que tan solo cesó al llegar la antigua cúpula del Pesoe de Andalucía a hombros, como un trono sevillano, recién resarcidos por el Constitucional, único órgano judicial respetable, víctimas a su vez de otro proceso capcioso y criminal. Magdalena Álvarez, desde su posición preeminente y ante el pueblo emocionado, bramó: “esto es por mis nietos, que no se digan que su abuela es una corrupta”. Un reconocido líder sindical, no muy lejos, comía langostinos con algo de dificultad debido a los espasmódicos movimientos de su mandíbula. Se conectó en directo en ese preciso instante con Enric Juliana. En un inicio, algunas palabras en italiano borboteaban, se precipitaban, caían descontroladas de su boca (hubo quien pensó que, sobrepasado por la injusta situación, estaba padeciendo un ictus): “Andreotti, Falcone, tortelloni, carabinieri, Gorgonzola, avanti!”. A continuación, una vez que el público quedó extasiado por su apenina erudición, sentenció: “el juez ha llegado esta mañana y ha vestido su negra toga. ¿Saben quién vestía también de negro? I fascisti, i sansepolcritani. Non dico niente ma lo dico tutto!”. Fue tal la fuerza del argumento, que la plaza quedó muda. Así fue todo esto verificado por Ana Pastor y dado por bueno, cierto y justo.
La espera fue larga y, para solaz de la masa, apareció entre ellos una pequeña representación del gobierno, no más de sesenta ministros y mil cuatrocientos treinta y siete asesores. María Jesús Montero ofrecía rebujito a los sedientos mientras se golpeaba el pecho y rugía “VAMOS, VAMOS” aunque nadie sabía muy bien a dónde. También se armó un enorme revuelo que terminó en disciplinada cola, con esperas que superaron la hora y media, para poder ser insultados por el ministro Oscar Puente, que estrechaba manos mientras declamaba: “saco de mierda, hijo de una hiena, perro traidor, facha apestoso, folla piñas”. Empezó a apretar el apetito, pues muchos habían tenido que despertarse a altas horas de la madrugada para poder desplazarse a ese pozo de extrema ultra derecha que es Madrid, con lo que Angels Barcelo se puso a brasear tofu sobre una pira a la que sus becarios arrojaban sin cesar libros de Federico Jiménez Losantos, quedando sin stock las librerías de los catorce Corte Inglés más cercanos. El ritmo de la brasa era algo lento, pues Angels tan solo disponía de una mano para atender la parrilla al seguir sosteniendo con la otra la de Pablo Iglesias. Entre tofu y tofu le susurraba: “Pablo, no te vayas, por favor, Pablo, quédate, si tú te vas ellos ganan”.
Entre tanto, avanzó la comitiva de la primera dama que iba precedida por sesenta amazonas vírgenes, dos taxistas trans, un vehículo semiacorazado y doce niños portando sobre un almohadón de terciopelo púrpura y bajo palio el manuscrito de “Manual de resistencia” escrito por Irene Lozano mediante intercesión mística de Pedro, cuyo espíritu de progreso le susurrara al oído cada palabra del supremo texto. El esperpento prevaricador no duró mucho, pues la exposición inicial del juez quedó interrumpida al abrirse las puertas de la sala con fuerza bíblica, haciendo retumbar los muros. El magistrado se alarmó al ver que parte del gotelé se desprendía y caía en forma de fino polvo, el que somos y en el que nos convertiremos, pensó. Cruzó el umbral Silvia Intxaurrondo a lomos de Xabvier Fortes. Dijo, con una voz reverberante que hizo desprenderse algo más de polvo de gotelé: “Su Señoría, el pueblo soberano se está expresando de forma directa y masiva ante las puertas de esta sala, y de forma no menos directa a través de la voz del ministro de justicia que, al haber sido nombrado por el Congreso de los Diputados, sede depositaria de la soberanía nacional, deviene él mismo su encarnación, su imagen viva y la de la justicia que ésta ansía. Detenga la farsa pues no le corresponde a usted juzgar a una ciudadana que nada ha hecho contra derecho pues así lo ha afirmado también su marido que es, a su vez, la voz de España.” Comprendió el juez entonces el despropósito de todo y, poniéndose en pie, con un gesto firme de sus hombros antes viles, dejó caer la toga exclamando “¡no seré yo más que la voluntad del pueblo al que sirvo, acabemos con esto!”. Fue así como la presidenta y primera dama y emprendedora y directora de cátedra en la universidad sin título universitario, franqueó las puertas del juzgado llegando ante la multitud apiñada en la plaza de Castilla. Algo abrumada, sin saber cómo podría cruzar esa fiesta popular, sintió de repente un empuje viril y seguro. Su marido, el presidente, nuestro líder máximo, la tomó en sus fuertes brazos cubiertos por un traje azul lapislázuli y le ayudó a cruzar la explanada apartando gentil y cariñosamente a la turba que tanto le ama, pues presidente es, mas presidente enamorado.
PS: tan sólo queda documentar, en última instancia, cómo al ver a nuestro timonel alejarse, su pueblo entonó a coro:
“No es justicia, es venganza, No es justicia, es opresión, Que a la ciudadana Gómez Se le pida explicación.
Es por eso ciudadanos Que la patria nos conmina A oponerse a la justicia Que queda comprometida.
Sin reservas, compañeros, Ahora alcemos nuestra voz Y gritemos todos juntos La justicia al paredón.
Gracias Pedro, presidente, En tu gloria y esplendor Te tenemos muy presente Y te damos nuestro amor
PS2: quiero extender mi agradecimiento al gobierno de España y especialmente a su presidente, Pedro Sánchez. Una sociedad que ha perdido el norte siguiendo un postulado: construir un muro ante la derecha, la extrema derecha y la extrema extrema derecha. Siendo tan noble esta causa, se entiende el desprecio hacia la separación de poderes, las instituciones del estado o la honradez. Sin ellos este relato de Sanchismo mágico no habría sido posible. Pedro, nosotros somos contingentes, pero tú eres necesario.
Me parece que no le va a llegar ni un Euro de los 100 milloncejos...
Buenísimo,, te van a cerrar la cuenta por expandir el fango en la Red. Te has dejado al "gran" cómico del régimen, azote de fachas y equidistantes,, el Wyoming.