El lunes volví a la oficina entre recíprocos “Bonne Année!” que empezaron con entusiasmo, erosionado este último por el pasar de las horas hasta alcanzar la indiferencia.
Cuanta razón tienes. Madrid se está convirtiendo en un parque de atracciones para turistas. Lo auténtico y bueno está en peligro de extinción.
Madrid no, el mundo.
Siempre nos quedará Horcher (al menos, por ahora).
siempre quedara Horcher
Esta semana me han invitado a Horcher, y siento que será un pequeño viaje al pasado, entrar en un mundo que ya no existe.
Cuanta razón tienes. Madrid se está convirtiendo en un parque de atracciones para turistas. Lo auténtico y bueno está en peligro de extinción.
Madrid no, el mundo.
Siempre nos quedará Horcher (al menos, por ahora).
siempre quedara Horcher
Esta semana me han invitado a Horcher, y siento que será un pequeño viaje al pasado, entrar en un mundo que ya no existe.