Si bien estoy de acuerdo contigo en el esperpento político que vivimos, en el que observamos la quema de libros y nos hacemos los suecos, como si no hubiese aún supervivientes de lo acontecido hace menos de una vida, he de decir que yo no me identifico ni con la izquierda sucia que se abandera de causas irrisorias ni con la derecha mezquina que se agarra las perlas. A mi me dan miedo muchas cosas pero si tengo que aprender a vendar heridas en las trincheras lo haré, porque hay cosas sagradas, como la libertad de expresión (educada) y poder leer lo que me dé la real gana. No obstante, y aquí viene mi discrepancia con tu discurso político, el capitalismo salvaje que la derecha nos vende, ese que nos dice que la seguridad social y que la educación pública de calidad deberíamos costeárnosla cada uno, negando el hecho de que algunos tenemos la desgracia de nacer con menos y por ende, por mucho que trabajemos no levantaremos cabeza porque estudiar no es una opción, como pasa en USA que hay quien trabaja tres turnos y no le da ni para paracetamol, pues no me lo trago. Eso que nos vendieron que la riqueza de los ricos baja poco a poco a los pobres es la mayor mentira jamás contada y si bien yo no quiero cobrar lo mismo que un celador, como dijo una vez un iluminado, entre otras cosas porque si yo no hago bien mi trabajo me quitan la licencia o me meten en la cárcel, sí creo que la infancia es sagrada y que nacer pobre no debe ser un pecado original para el que no hay bautismo.
Después de este rollo, te digo que estoy realmente asustada, pero como escribí en su día en un post sobre ser llamada a filas, lo que haga falta para poder seguir leyendo tus opiniones (y otras muchas) que aunque no sean siempre las mías, siempre me enseñan algo.
Escribe usted igual de bien sobre política que sobre una ópera en Bayreuth, o sobre un soufflé bien hecho en uno de esos restaurantes que frecuenta. Así da gusto. Y me alegro de que coincidamos en tantas cosas, y (seguramente) discrepemos en otras. Enhorabuena por el artículo.
El mundo que nos ha tocado vivir está cada día más desquiciado . Con tus escritos reconforta observar que somos varios los que coincidimos con tu visión. Sigue no pares
Bravo. Si ser de derechas es esa lista de cosas con las que me identifico, soy de derechas. Lo que tengo claro es del lado que NO quiero estar. Vivimos tiempos convulsos y ojalá que Europa tenga el coraje y la visión de enmendar un camino de complacencia e indolencia que nos expone a los caprichos de los de ese lado en el que no quiero estar.
Si bien estoy de acuerdo contigo en el esperpento político que vivimos, en el que observamos la quema de libros y nos hacemos los suecos, como si no hubiese aún supervivientes de lo acontecido hace menos de una vida, he de decir que yo no me identifico ni con la izquierda sucia que se abandera de causas irrisorias ni con la derecha mezquina que se agarra las perlas. A mi me dan miedo muchas cosas pero si tengo que aprender a vendar heridas en las trincheras lo haré, porque hay cosas sagradas, como la libertad de expresión (educada) y poder leer lo que me dé la real gana. No obstante, y aquí viene mi discrepancia con tu discurso político, el capitalismo salvaje que la derecha nos vende, ese que nos dice que la seguridad social y que la educación pública de calidad deberíamos costeárnosla cada uno, negando el hecho de que algunos tenemos la desgracia de nacer con menos y por ende, por mucho que trabajemos no levantaremos cabeza porque estudiar no es una opción, como pasa en USA que hay quien trabaja tres turnos y no le da ni para paracetamol, pues no me lo trago. Eso que nos vendieron que la riqueza de los ricos baja poco a poco a los pobres es la mayor mentira jamás contada y si bien yo no quiero cobrar lo mismo que un celador, como dijo una vez un iluminado, entre otras cosas porque si yo no hago bien mi trabajo me quitan la licencia o me meten en la cárcel, sí creo que la infancia es sagrada y que nacer pobre no debe ser un pecado original para el que no hay bautismo.
Después de este rollo, te digo que estoy realmente asustada, pero como escribí en su día en un post sobre ser llamada a filas, lo que haga falta para poder seguir leyendo tus opiniones (y otras muchas) que aunque no sean siempre las mías, siempre me enseñan algo.
Grande, Ana 🩷
Uau... Me ha gustado!!!
Escribe usted igual de bien sobre política que sobre una ópera en Bayreuth, o sobre un soufflé bien hecho en uno de esos restaurantes que frecuenta. Así da gusto. Y me alegro de que coincidamos en tantas cosas, y (seguramente) discrepemos en otras. Enhorabuena por el artículo.
Muchas gracias, Ignacio.
El mundo que nos ha tocado vivir está cada día más desquiciado . Con tus escritos reconforta observar que somos varios los que coincidimos con tu visión. Sigue no pares
Ojalá hubiera más conservadores como tú Con unos cuantos sería suficiente, tampoco voy a exagerar ;)
Que bueno 😃😌😃..
Bravo. Si ser de derechas es esa lista de cosas con las que me identifico, soy de derechas. Lo que tengo claro es del lado que NO quiero estar. Vivimos tiempos convulsos y ojalá que Europa tenga el coraje y la visión de enmendar un camino de complacencia e indolencia que nos expone a los caprichos de los de ese lado en el que no quiero estar.
Excelente! y muy de acuerdo!
Sencillamente...gracias!
Lo tienes claro... Muy bueno 😃